Durante unas buenas risas en el Bar Anna de Montserrat con Laia, Ferran y unos amigos, antes de despedirse, nos advierten que pinta una tarde de sábado lluviosa:
Y como que nosotros somos unos frikis mataos y cobardes, y nos daba miedo pasar un poco de frío, convenimos finalmente en ir a una zona de deportiva soleada de por ahí: Así pues, pies (de gato) para que os quiero, ponemos dirección a la zona Sur y soleada llamada El vermell del Xincarró.
Pues no: No era como lo pintaban: De lluvia, agua y frío na de na!. Al final resultó un día bochornosamente caluroso: Vamos, de esos llamados días pa morirse de calor: Y así, casi deshidratados, sedientos y cansados, nos retiramos cuando ya caia la puesta del sol, a dormir por fin en el refugio de Santa Cecilia.
DOMINGO:
Como que lo de ser Frikis mataos y cobardes no había resultado, a la mañana siguiente decidimos ir a hacer pared. Una bonita pared.
El día pintaba bonito y de esos de lucir: Pues no: Na de na: Cagada total: Estando ya a mitad de pared en l’agulla de l’arbret, a pocos metros y sorpresivamente nos peta un relámpago “zassssps” … y a los pocos segundos, aún con el susto en los oídos, xaparron xaparron de los gordos.
Mojados de golpe como pollos, (pero con suerte aún sin freir) montamos un rappel de abandono.. y corriendo Pies (de gato) para que os quiero, acompañados de la banda sonora de relámpagos y truenos, nos retiramos tropezando, resbalando y con el culo guarro por las abruptas pendientes enfangas de todo el camino. De vuelta me llevo de recuerdo tres ramas afiladas, cinco culazos y sendas magulladuras.
Resumiendo: Para mi maestro, una aventura increíblemente divertida y electrizante… Para mi: Un verdadero shok!! En fin… Que cada cual que aguante su cirio! Jajaja!