viernes, 25 de septiembre de 2009

TERROOOOR MONTSERRATINOOO

Estábamos los dos allí escalando, yo allí, a pie de via, y mi maestro aun en la reunión , supongo que despejando el rappel. Había sido una verdadera lástima tener que abandonar la vía, pero la fuerte lluvia nos había sorprendió fuertemente y no nos dio a escoger. Era imposible resguardarse y la lluvia y el frío empezaban a hacer mella en mi.
No sé cuanto rato estuve sola esperando a mi compañero, pero fue el suficiente para saber que en ese lugar, algo o alguien más estaba mirándonos, acompañándonos, oyéndonos.

Asustada. Muy asustada me giré de golpe y escudriñe.
Hasta ese mismo momento no habías sido consciente que el lugar dónde nos encontrábamos escalando era “un fin del mundo”, un lugar sombrío a causa de los tupidos árboles, oscuro, solitario y fuertemente emboscado… Un sexto sentido erizó mi piel alertándome que detrás de esa ultima curva que se percibía del estrecho camino, algo me observaba. Alguien me estaba espiando.

Los truenos y el viento empezaron a resonar con mas fuerza y temí que por un rato, no podría oír a mi compañero. Afortunadamente, las cuerdas empezaron a moverse señal inequívoca que allí arriba, desde la reunión, mi compañero empezaba a bajar….

De pronto un hombre muy grande y corpulento apareció detrás de mi, en el camino.

Su vestimenta era oscura. Más oscura de lo normal a causa de la lluvia. Pantalones negros y forro verde cazador. Cabeza rapada y mochila sospechosa haciendo juego con sus negras botas. Me deba miedo. Daba miedo.
Una señal tensa en su frente lo diferenciaba de un hombre normal. Alrededor del hombre, la lluvia seguía cayendo con fuerza y los truenos y niebla parecían acompañarlo.

Estaba claro que esa iba a ser mi ultima visión viva! Ese Sádico iba a por mi… me iba a matar. A lo menos, … alguien, dentro de unos años encontraría de mi solo partes de alguno de mis huesos sádicamente rotos.

Mi verdugo se planto a escasos 8 metros de mi… se quedó mirándome, silencioso… y empezó a sacar su enrome cuchillo de la mochila…

Detrás de mi, inesperadamente, dándome otro susto de muerte (por si aun no estaba lo suficientemente muerta de miedo) mi compañero aun colgando del “ocho” Saludó
Holaaa!

Mi verdugo me miró, miró a mi compañero que justo acababa de tocar suelo y sonrió …

“Hola” dijo, Y cuando terminó de sacar su enorme cuchillo en forma de “solo mapa” de la mochila, preguntó:

Hola, ¿sabéis donde estamos? Me he perdido

Aaaaaaah… y resulta que allí mismo conocí al Sr. Eyo …Uno de los mas tiernos montañeros que han aparecido últimamente en nuestra convivencia de montaña….

martes, 15 de septiembre de 2009

FRIKIS PASAOS POR AGUA.

SABADO:

Durante unas buenas risas en el Bar Anna de Montserrat con Laia, Ferran y unos amigos, antes de despedirse, nos advierten que pinta una tarde de sábado lluviosa:

Y como que nosotros somos unos frikis mataos y cobardes, y nos daba miedo pasar un poco de frío, convenimos finalmente en ir a una zona de deportiva soleada de por ahí: Así pues, pies (de gato) para que os quiero, ponemos dirección a la zona Sur y soleada llamada El vermell del Xincarró.

Pues no: No era como lo pintaban: De lluvia, agua y frío na de na!. Al final resultó un día bochornosamente caluroso: Vamos, de esos llamados días pa morirse de calor: Y así, casi deshidratados, sedientos y cansados, nos retiramos cuando ya caia la puesta del sol, a dormir por fin en el refugio de Santa Cecilia.



DOMINGO:

Como que lo de ser Frikis mataos y cobardes no había resultado, a la mañana siguiente decidimos ir a hacer pared. Una bonita pared.
El día pintaba bonito y de esos de lucir: Pues no: Na de na: Cagada total: Estando ya a mitad de pared en l’agulla de l’arbret, a pocos metros y sorpresivamente nos peta un relámpago “zassssps” … y a los pocos segundos, aún con el susto en los oídos, xaparron xaparron de los gordos.
Mojados de golpe como pollos, (pero con suerte aún sin freir) montamos un rappel de abandono.. y corriendo Pies (de gato) para que os quiero, acompañados de la banda sonora de relámpagos y truenos, nos retiramos tropezando, resbalando y con el culo guarro por las abruptas pendientes enfangas de todo el camino. De vuelta me llevo de recuerdo tres ramas afiladas, cinco culazos y sendas magulladuras.

Resumiendo: Para mi maestro, una aventura increíblemente divertida y electrizante… Para mi: Un verdadero shok!! En fin… Que cada cual que aguante su cirio! Jajaja!