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jueves, 10 de marzo de 2016

LESIONES DE ESCALADA: Epicondilitis. Ese contratiempo del escalador.

Si el dolor de una epicondilitis no mejora es mejor buscar consejo y consultar con un especialista para obtener un diagnóstico preciso de la lesión y el plan de tratamiento más adecuado.

De entrada, los escaladores deben  partir (o asumir) una fatal idea: La epicondilitis no es rápida de curar! Además, si ésta se junta a otras fuentes de dolor en el codo, la patología puede requerir de diferentes tratamientos en relación a sus complicaciones: Por ejemplo atrapamiento del nervio, irritación de los nervios, tendinitis o inclusive lesiones musculoesqueléticas, etc... Lo que se nos puede hacer, como ya veremos,  interminable.

Y presagiado así de entrada este fatal augurio de tiempo de curación, vamos ahora a arrojar un poco de luz: Si eres escalador, no quiero que te deprimas: Lo cierto es que la mayoría de episodios de epicondilitis sufridos en los escaladores curan:

Curiosidades: Estadísticamente y aunque resulte extraño, la verdad es que se constata una sensible diferencia a favor del resultado o desenlace final de la epicondilitis (cuando ésta es aparecida por la práctica de escalada) en comparación con aquella aparecida o sufrida por accidentes laborales o enfermedad profesional: Así vemos como varios estudios médicos de aseguradoras o mutuas laborales llegan a la particular conclusión que cuando una epicondilitis grave trae causa laboral, curiosamente su evolución suele requerir en muchos más casos de intervención quirúrgica para una definitiva curación en comparación con aquellas que traen causa por lesiones de escalada u otras deportivas. Se aduce o supone esa particularidad habida cuenta que en la vida laboral, los trabajos susceptibles de causar epicondilitis, someten obligadamente la extremidad a una inevitable e infinita repetición de esos movimientos lesivos (o golpes siempre similares) y no así en la escalada o deporte, donde el lesionado, limitado por el dolor y coartado por el grado, cuidará enseguida y en mayor medida evitar su reincidente actividad. Así, afortunadamente, la epicondilits que afecta a los escaladores suele resultar al final mayormente rehabilitada o curada en un mejor tiempo prudencial, y sin requerir por lo general de esa temida Intervención tras agotar el tratamiento convencional.

Lo cierto pues, es que la lesión de epicondilitis, aunque si aparecida o muy frecuente en los escaladores, esta suele tener buen pronóstico pues no suele dejarse complicar o cronificar. Cuando esta se hace presente, la misma lesión cuida rápidamente de advertir al escalador que algo pasa, y lo más común, sea por la propia limitación causada por el dolor, sea porque el escalador consciente o inconscientemente advierte que algo va mal y su eficacia escalando fracasa, el escalador modera su actividad y se somete a cuidarse. Esa actitud, trasfiere a que las lesiones de epicondilitis que normalmente vemos los fisioterapeutas de escaladores, son de diagnóstico leve.

En esas afectaciones leves, las técnicas de terapia manual como masaje suave o liberación miofascial de los músculos del antebrazo son un buen tratamiento inicial. En ese caso, se deberá cuidar también, un soporte de apoyo para reducir ese dolor y proteger el tendón (sin ser necesario dejar la actividad) aunque si, quizá, reducir el grado o intensidad o tipo de agarre de presa. Y probablemente en un tiempo breve estaremos escalando al cien por cien otra vez.

En las afectaciones moderadas además del tratamiento ortodoxo, quizá si será necesario dejar prudencialmente un poco la actividad a los efectos de provocar el reducir un poco la masa o volumen muscular. Eso facilitará la mejor liberación de todo el complejo del codo (o antebrazo). Esta inicial medida, a pesar de resultar muy protestada o impopular para el escalador habitual, cabe entender que se muestra muy eficaz pues repercute muy rápida y eficaz en la generalidad del resto de constituciones braquiales del escalador y en la óptima aplicación del tratamiento local aplicado. Todos los escaladores sabemos lo que significa “brazos Popeye” o “estar petado”, sí, esa prudencial perdida de masa braquial en la inactividad forzada del escalador deviene muy rápida, también hace responder mucho más rápidamente al tratamiento ortodoxo y se ve rápidamente recompensada en una veloz curación o sensible respuesta de mejoramiento de los síntomas.

Por ello, paralelamente, el programa de rehabilitación debe ser adecuado y cuidar a introducir el llamado fortalecimiento excéntrico y específicos ejercicios de estiramiento para los músculos del antebrazo o también de nervios (si a su vez, se sospecha también de la afectación de los nervios) cuidando también, muy especialmente en aquellos casos que se ha dejado la actividad en un período más largo, la forma de reincorporarse nuevamente al entrenamiento hasta el cien por cien.

En sintomatologías quizá ya más agudas, sí deberemos plantarnos seriamente las temidas pausas de escalada, o en su defecto, el tipo de escalada: Sabemos que en la escalada un elevado porcentaje de agarres y posiciones corporales escalando, son causantes directos de la lesión de epicondilitis, por ello cuidar la corrección y evitar esos factores predisponentes o modos de escalada será necesario, y por un tiempo, esencial.

Tiempo de recuperación. Lo cierto es que el tratamiento oportuno puede reducir drásticamente el tiempo de recuperación y minimizar la interrupción del nivel de escalada o actividad diaria. Los casos leves que se tratan a tiempo puede tener una recuperación completa en 3-8 semanas sólo con alteración leve en nuestra actividad normal de entrenamiento o escalada, (aunque recordemos, habrá de cuidar especialmente el uso de la ortesis o kinesiotape). En los casos moderados se requerirán de un tiempo generalmente prudencial para recuperar de 2-3 meses sin embargo, la tasa de recuperación difiere de una persona a otra, y en los casos en que la epicondilitis aguda (o aquellos casos que se ha dejado empeorar durante algún tiempo) la completa recuperación puede llevar incluso a meses. Sí, he dicho meses: En muchos casos hasta más de 5.

Advertencias que creo bueno resaltar: Decir que personalmente he constatado casos de pacientes de epicondilitis que han mejorado espontáneamente con un tiempo mínimo, y debo reconocer que casi sin hacer o casi sin cumplir siquiera tratamiento alguno (de lo cual me alegro muchísimo) pero que desgraciadamente, esta no es la pauta general… :S
Pero a su vez, me permito advertir: Que lo cierto es que cada dolor en el codo, y cada persona, es un mundo, y esas milagrosas recuperaciones deben hacernos comprender que ese particular dolor en el codo, muy comúnmente simplificado como termino de diagnóstico “epicondilitis” puede ser realmente erróneo o infradiagnosticado, pues existen muchas otras patologías que le acompañan o le son parecidas: A modo de ejemplo solo enunciar, Síndrome del Túnel Radial o compresión del nervio interóseo, Lesiones de la articulación del codó, Plica posterolateral del codo (Tejido blando sinovial que se pellizca entre la cabeza radial y el cóndilo humeral, Inestabilidad posterolateral del codo (Movimiento anómalo de la articulación que origina el dolor), radiculopatia cervical, etc... Que sea como sea, estos pueden aparecer concurrentes o individualizados. Por ello, vale la pena hacerlo mirar y obtener un buen diagnóstico.

Del mismo modo, hemos curado a escaladores con una aparente “afectación crónica” que hacía ya tiempo tenían asumida como acompañante de vida y viajes, habiendo perdido toda esperanza de liberarse de ese dolor, y que en muy pocas sesiones ha desaparecido. Ello, es explicativo, repito, porqué cada caso de epicondilitis e individuo, es de por sé totalmente diferente.

En fin, sea como sea, particularmente, la acupuntura y el Laser (combinado con ultrasonido y Cyriax) lo he encontrado como muy eficaz en el tratamiento de la epicondilitis de escaladores, y, eso si, repito, siempre en relación con el idóneo fortalecimiento y ejercicios de estiramiento paralelos.

Un abrazo, salud, y a escalar!


Susanna Vives (fisioterapeuta)
Qi-Salut
VIC (Barcelona)
t. 626319766


lunes, 27 de febrero de 2012

LESIONES DE ESCALADA: Consideraciones generales sobre EPICONDILITIS EN ESCALADORES

Escalada, codo y Epicondilitis.
PROPUESTAS AL TRATAMIENTO
Estos últimos meses me toco “negociar tratamiento” con un escalador particular que padecía una Epicondilitis lateral severa causada por un traumatismo en la inserción del tendón común de los músculos extensor radial corto del carpo (ERCC) y del extensor común de los dedos (ECD).
Digo “negociar tratamiento” pues el escalador competía con una media de dos campeonatos de escalada de DIFICULTAD al mes, con lo que la idea de mejorar la clínica a corto tiempo se antojó realmente difícil y un verdadero reto para mi.
Además, para mayor desesperación mía, el escalador estaba inscrito en otras varias competiciones en la especialidad de escalada de BLOQUE, modalidad que como últimamente venimos observando, recurre cada vez más a un indiscriminado uso fanático de presas (con diseños tipo volumen) con la consecuente demanda y exigencia de un trabajo importante de bicipital, trabajo de hombro con presas pinzadas, movimientos extremos de “mantel” y fuerza en valgo con distracción medial y compresión distal que sin duda, agrava en muchos casos la patología de hiper-solicitación de tendones y vías tisulares implicados en el codo.
Por todo ello, mi determinación principal antes de decidirme a iniciar su particular tratamiento fisioterapéutico, fue la de descubrir el verdadero mecanismo fisiológico de la producción de su dolor, para poder aplicar el tratamiento mucho más localizado, individualizado y en definitiva mucho más optimo.

Consideraciones respecto al TIEMPO DE TRATAMIENTO.
Cuando he sido consultada en relación al tiempo necesario de tratamiento para curar la epicondilitis de un escalador, mi respuesta inmediata es siempre la misma: “Depende”.
Y ello tiene explicación: A modo anecdótico anoto que en el caso particular anteriormente referido el tratamiento fue de 3 meses, sin embargo, la curación de Epicondilitis depende de muchos factores: Depende de la implicación del paciente, depende del tipo de tratamiento, depende del grado o nivel de escalada pretendido y (quizá para mi el mas importante ) depende también de un minucioso y exhausto diagnostico (o “etiopatogenia”) de la epicondilitis sufrida, el tiempo transcurrido desde que se diagnostico la lesión hasta que se inicia el tratamiento rehabilitador y el mecanismo productor de dicha lesión.
Tal es el caso, que no es extraño encontrarse con cuadro clínico de epicondilitis resistente al tratamiento, y tras un ulterior diagnostico exhaustivo, posteriormente se desvela un atrapamiento del nervio interóseo posterior en la región lateral del codo.
Concluyo pues, que si bien genéricamente se habla de Epicondilitis o “Codo de tenista” o “Codo de golfista” ( cuando esta de produce en el epicondilo medial también llamado epitroclea) , la realidad es que cada clínica de epicondilitis es distinta debiéndose considerar muchos enfoques de tratamiento (o tratamientos fisioterapéuticos complementarios) cada cual más apropiado o potente a los diversos mecanismos fisiológicos de producción del dolor.
A modo de ejemplo, ver que si casualmente nos encontramos con un lesionado diagnosticado de Epicondilitis que requiere de tratamiento aplicación de Ultrasonido por sufrir clínica de una contractura de músculos epicondíleos, sabemos que seguramente será más apropiado y eficaz aplicar ultrasonido con una frecuencia de 1Mhz* mediante aplicación móvil e importante presión del cabezal en el vientre muscular, además de realizar masaje descontracturante, a diferencia de el tratamiento de ultrasonido con frecuencia de 3Mhz* y aplicación mediante suaves giros e inclinaciones del cabezal mucho más optima y apropiada quizá para una lesión de Entesitis Epicondilea es decir, una lesión en la entesis o inserción del tendón en el hueso, en cuyo caso el ultrasonido se aplica en la zona del tendón.
* ( la frecuencia a 1 Mhz penetra mas profundamente en las estructuras que la de 3 Mhz, por eso es mas usada en tratamientos musculares)
El buen diagnostico pues, se constituye como elemento esencial para una buena, rápida y mejor rehabilitación. Y en consecuencia, mi primer consejo ante tal sintomatología es acudir a un buen profesional fisioterapeuta o médico, y explorar la lesión detenidamente. Hoy día el TAC permite evaluar presencia de osteonecrosis, osteocondrilitis disecante o fracturas por estrés. La Resonancia nuclear magnética (RMN) nos permitirá posibles hallazgos de adelgazamientos del tendón del extensor corto carpo o lesiones ligamentosas y evidentemente, las Radiografías (RX) nos darán indicios de posibles irregularidades de las superficies óseas o calcificaciones en regiones tendinosas sugerentes de entesopatías.

Variedad de clínicas sintomáticas ante una Epicondilitis y propuesta de tratamientos a Priorizar:
Cuando eventualmente podemos observar que el dolor se localiza sobre el epicóndilo o justo debajo de él, y este no se irradia hacia el antebrazo pero se provoca a la extensión contra resistencia de la muñeca, dedos o del codo, ello nos orienta hacia una lesión en la inserción de los epicondileos sugerente de un tratamiento requerido más específico para lesiones de entesitis o zona de inserción del tendón al hueso.
Así mismo, quizá sería óptimo priorizar un tratamiento más localizado o tratamiento propio de lesiones de ligamento anular cuando el dolor se localice a nivel del cuello del radio, irradiándose hacia el borde del antebrazo y aumentando con prono supinación pasiva.
Quizá será conveniente tratar prioritariamente y especialmente lesiones del rodete humero-radial, cuando en la exploración, observemos que el dolor se sitúa en la cara externa del codo, (de inicio brusco y muy doloroso) en aumento con la presión en la articulación humero radial y forzando el valgo del codo en extensión o pronosupinación forzada
Si la patología provocante del dolor viene por evidente presencia de “fluido inflamatorio” alrededor del tendón, podríamos entender que solo mediante la utilización de antiinflamatorios no asteroideos AINES, aplicados en la zona ( tipo voltaren gel) nos serviría como medida terapéutica. Cabe añadir no obstante, que la experiencia, nos indica que el efecto de AINES por vía tópica es débil y en todo caso, se obtiene solo sensiblemente una mejoría sintomática “a corto plazo” pero no para curar una lesión de este tipo. Por ello, a mi criterio se hace necesario reforzar el uso de AINES vía tópica muchas veces también, con otras medidas.
Si observamos que el dolor es quizá una propuesta más mecánica por compresión, es obvio pensar que en este caso, se debería obtener mejoría sintomática cuando el tendón se encuentra liberado de la compresión. El Masaje Transverso Profundo (MTP) es una técnica creada por Cyriax que básicamente se basa en ablandar, romper adherencias y producir una hiperemia para favorecer el proceso de cicatrización, teniendo a su vez, una acción antiálgica a corto plazo (analgesia por hiperestimulación). Quien suscribe, es “fan” de esta metodología en estas clínicas por los buenos resultados que me da, sin embargo, debo reconocer que esta medida terapéutica se hace ocasionalmente muy dolorosa y debe predisponerse al paciente siempre a soportarla (conjeturando dolorosas sesiones de unos 20 minutos, 2 veces por semana y unas 6 sesiones al menos) …Lo siento competidor referido en el inicio.
Las inflamaciones tratadas con ULTRASONIDOS responden muy positivamente. Como anteriormente avanzaba, una frecuencia alta (3Mhz) es poca penetración, indicada en tratamientos superficiales. Una frecuencia Baja (1Mhz) es mayor penetración, utilizada en tratamientos profundos.
Una de las aplicaciones especiales del ultrasonido es la Iontoforesis, procedimiento que permite introducir medicamentos en el cuerpo utilizando la energía ultrasónica. La Iontoforesis ha demostrado su utilidad contra dolores crónicos y persistentes que resisten a otros tratamientos. Es muy útil también cuando, por hipersensibilidad en los tejidos, no es posible utilizar el método clásico de aplicar los fármacos sobre la piel mediante un simple masaje. A todas estas virtudes se suma que las sustancias introducidas con este método, penetran en los tejidos a mayor profundidad. A su vez, la analgesia producida por los ultrasonidos permite una rápida recuperación en el uso de la parte afectada, aumenta el metabolismo, circulación, extensibilidad del tejido conectivo y hace más tolerable la sintomatología.
Del mismo modo, el trabajo mediante la Acupuntura (MTC) junto a ACUPUNTURA clínica, TENS de frecuencia baja (tipo electro-acupuntura) con Pulsos de 0,15 a 0,3 ms, estará especialmente indicado y nos ayudará en dolores crónicos localizados de epicondilitis crónica.
La terapia laser, ha devenido muy bien valorada en el tratamiento de clínica de epicondilitis lateral y, aplicada en la inserción de la musculatura extensora del codo por sus evidentes efectos aliviantes de dolor.
Hay evidencia que la realización de INFILTRACIÓN corticoides puede mejorar algunas patologías, no obstante, yo no soy muy partidaria de esta solución en escaladores: La experiencia en pacientes escaladores ha constatado que el efecto indoloro (post-inyección a corto plazo) de este tratamiento permite de inmediato al escalador un reinicio fanático de su actividad, con posteriores y manifiestas complicaciones, recidivas y actitudes lesivas para él.
ORTESIS. Últimamente vengo observando la prescripción de brazaletes por distintos terapeutas (no fisioterapeutas) con la intención de disminuir la tensión de las inserciones de los epicondileos. No soy especialmente partidaria de este método, en todo caso, comentando con otros fisioterapeutas especializados en lesiones de escalada, he llegado al criterio que para que pueda resultar mínimamente eficaz, estas ortesis se deben colocar en la parte proximal del antebrazo dónde si se ha observado una disminución de tensión del tendón conjunto en su inserción para evitar someter al tendón a exceso de tensión, durante el período de cicatrización en fase aguda, aunque no me queda en ningún caso clara su eficacia en epicondilitis crónicas.
Si nos encontramos con un escalador y lesión de epicondilitis sufriéndola ya con más de 6 meses de evolución, o recidivas muy iterativas, quizá sea más apropiado orientar el tratamiento como Epicondilitis crónica y tratamientos integrales.
Se han descrito muchas clínicas de epicondialgias de origen cervical las cuales, por tratar este blog esencialmente valoraciones de lesiones de escalada, no extenderé a el caso.

CONSIDERACIÓN FINAL
Para finalizar, como siempre recuerdo que estas pautas descritas en este artículo no pretenden ser ciencia. Son únicamente un punto de partida particular, que a muchos escaladores y pacientes míos (con clínica de Epicondilitis) han dado uno resultado valorados como muy positivos:

viernes, 15 de julio de 2011

EPICONDILITIS y electroterapia.

Hoy día, Mediante los avances y conocimientos de la electronica (capaces de proporcionar parámetros de duración, forma, frecuencia e intensidad perfectamente controlada) es frecuente considerar la ELECTROTERAPIA como una posibilidad terapéutica muy apropiada y ajustada para lesiones de tendinitis, capsulitis y entesitis en general.

No por ello, debo advertir y muy seriamente, que existe el riesgo de un uso inadecuado y contraindicado por desconocimiento (incorrecto ajuste de parámetros y/o aplicación de electroterapia) del libre usuario o escalador que lo aplica por igual en todas las lesiones, y que en muchos casos, desgraciadamente, lo utiliza de manera inconveniente sin programar su correcta aplicación.

Por ello, aún conociendo que existe un libre mercado de “apartejos buenos y malos” que indiscriminadamente se venden por internet, apuesto firmemente y recomiendo su uso, siempre PRESCRITO y SUPERVISADO por un profesional adecuado.





PARAMETROS de la ELECTROTERPIA en epicondilitis o Codo de tenista con una clínica de "entsitis":

Esta pauta descrita a seguido no pretende ser ciencia. Es únicamente un punto de partida particular, que a muchos escaladores y pacientes míos (con Diagnostico Epicpondilits y diagnostico completo de entesitis) ha dado uno resultado valorado como muy positivo:

Particularmente y empíricamente, (hablando solo de la lesión de entesitis epicondilea) he detectado una evolución muy eficiente mediante la aplicación de Iontoforesis con una primera sesión de unos 20 minutos (si hay una buena tolerancia cutánea) y las sesiones siguientes de 20-30 minutos, diarias o alternas y hasta un total de 10-20 según resultado.

tratamiento Diadinamicas en fase aguda de unos 7 minutos con CP (cortos periodos) (-) negativo proximal y (+) distal (dejando la zona afecta entre ambas).

TENS de frecuencia baja (-) negativo algo distal a zona afecta. (+) proximal.

Tratamiento local con Media Frecuencia bipolar, pulsos senoidales compensados MegAA. Con electrodos proximal y distal a zona afectada.

Electrodo activo en epicondilio (o algo distal) al mismo. Otro electrodo en cara externa del brazo.

Tratamientos longitudinales con Interferencial: Pares de electrodos en cara anteroextrerna y posteroextrena antebrazo y brazo por un tiempo aprox de 10 minutos.

NOTA: Alguien me ha advertido del riesgo de publicar abiertamente aplicaciones, tan específicas en una web, sobre un tratamiento electro-terapéutico. Recuerdo que mi intención no es otra que contrastar y valorar una eficaz curación de las lesiones en escaladores (muy sufridores de esta lesión) con otros profesionales. En ningún caso, esta publicación es una recomendación o pautas a seguir en una auto-aplicación de la electroterapia a particulares. Gracias.