jueves, 13 de agosto de 2015

5 pasos para evitar tendinitis por estrés en rejuvenecidos escaladores

5 pasos para evitar tendinitis por estrés (en rejuvenecidos escaladores) Una de las lesiones sufridas por “viejos escaladores” que reanudan su actividad, y por ello también más tratadas en centros de fisioterapia especializados en escaladores, son las temidas tendinitis por estrés del “ex escalador”.

Son, en definitiva, tendinitis padecidas por escaladores que abandonaron por un largo tiempo su actividad y que ahora la recuperan cometiendo el error de hacer demasiado, demasiado pronto y con demasiada intensidad. El nexo causal es simple: El escalador ya tiene asimilado mentalmente unos previos conocimientos de escalada (movimientos, técnica, métodos de entrenamiento, modos de agarre, etc) que no requieren de tiempo para su aprendizaje y sin embargo su cuerpo o condición física aún no ha recuperado la aptitud idónea para esa exigencia. Las tendinitis por estrés, resulta pues cuando ese escalador comete el error de exigir a su cuerpo demasiada intensidad versus su real capacidad física: Los tendones o los ligamentos que unen a los huesos se sobrecargan en repetidas ocasiones por el nuevo estrés exigido antes de que nuevamente se hayan adaptado. En la práctica, tiende a afectar al escalador principalmente en zonas de los dedos, los hombros y las dorsales. Esta lesión puede afectar obligando a dejar de lado su reiniciada y motivada actividad, durante otras semanas o meses y en una desafortunada evolución, inclusive acabar en tendinitis recidiva o crónica.
 

La actitud correcta y serena del “viejo escalador” en su re-inicio de la actividad, será sin lugar a dudas precursora, o no, del riesgo. Ofrezco aquí 5 pequeños pasos que nos ayudaran notablemente o prevenir el daño:
 
1. Predisposición y actitud firme a fortalecer inicialmente todo el cuerpo y estado físico en general. No basta hacer dominadas y ejercicios de dedos o brazos: Este es el momento de preparar el cuerpo para la intensidad de venir. Para ello, no te centres solo en lo requerido para la escalada: Es esencial para reiniciar una actividad exigente como es la escalada “cuidar expresamente” y de manera consciente y forzada (aún que dé mucha pereza) un estado global óptimo del cuerpo, cardio, tejidos blandos, óseos, estructuras, etc.. sea mediante la práctica de correr, gimnasio, ioga, u otras mil actividades que sin duda tú ya conoces…
 
2. Saber qué escalar. Razonar el nivel de condición física y las expectativas. El escalador en ese período de readaptación debe mantenerse por debajo de su umbral de dolor a lo largo de un buen periodo. Como ya sabemos, el “clack” de un dedo es muy traidor en la escalada (este nos acecha siempre en ese paso de la vía que nuestro dedo no está aún adaptado a digerirlo) por ello, durante un buen tiempo debemos cuidar de seleccionar que tipo de presas escogemos en un rocódromo, o más aún, en qué tipo de vías (desplome, placas, metros) finalizamos las jornadas de escalada. Prepara una buena rutina de entrenamiento (o mejor aún déjate preparar esa rutina por un buen profesional) los escaladores nos autoengañamos demasiado fácilmente y si dejamos a nosotros mismos la potestad de decidir qué podemos o qué debemos hacer, entrenando, al reiniciar nuestra actividad, seguramente nos equivocaremos. Se honesto: si cuando dejaste de escalar no superabas un 6c+, no quieras empezar a escalar un 6c+ en tres días.
 
3. Piensa acerca de tu nutrición. Ya sabes que está es la fórmula universal, no es un secreto: Una dieta pobre nos reducirá la capacidad de regeneración de estructuras, fibras tejidos, etc que constituyen la trama de todo nuestro cuerpo... Y así, una correcta alimentación, nos habilitará y nos hará disfrutar de ese sensacional equilibro entre la posibilidad de una lesión y la capacidad de escalar a máximo rendimiento.
 
4. Visita el fisioterapeuta. Sé coherente: Si un deportista profesional exige de una inevitable adaptación y tratamiento preventivo (no en vano los fisioterapeutas estamos fuertemente requeridos en los distintos equipos de competición en las pretemporadas) que más prudente será, que seas consciente de la importancia de ponerte en manos de un fisio que cuidará de lo más elemental y te permitirá una progresiva y futura adaptación óptima. Evitar o detectar una lesión a tiempo, es un lujo.
 
5. Fatales (¡o no!) consecuencias: El estado de carga de peso es variable para cada paciente, una reacción de tendinitis por estrés puede ser precursor de una posible fractura por estrés. (o no!) en unos y sí en otros. Estate atento a las señales que ofrece tu cuerpo. Pero no acudas al Dr. Google para auto-diagnosticarte y saber qué te pasa: El Dr. Google té dirá que seguramente estas a punto de morir… trágicamente… fatalmente, sin tiempo siquiera a dejar en testamento tus “gatos”… Deja que sean los profesionales quienes rehabiliten, cuiden y diagnostiquen tu salud: Seguramente tus gatos en tus pies aún podrán pisar mucha roca! ;)
 
Los viejos escaladores nunca mueren